35. PLENITUD - 2 SEPTIEMBRE

 

A. REsumen.

Cada realidad tiene una perspectiva diferente, y cada perspectiva te enseñará cosas diferentes según el estado en el que te encuentres. No hay verdad en la búsqueda interior, sino una combinación de perspectivas, así que no tomes la búsqueda de la verdad como el objetivo final, sino que desarróllate desde diferentes perspectivas y proyecciones. Piensa en el tiempo como un océano donde la corriente puede arrástrate como un bote y llevarte a cualquier parte si no sabes navegar. O por otro lado, puedes ser una pequeña isla volcánica en medio del mar, donde este más bien te atraviese y te expanda.

Todos tienen que aprender a navegar hasta que se den cuenta de que pueden ser una isla. lo natural es dejarse "ir con la corriente". En esta primera fase de la existencia, los hombres ceden a la influencia del tiempo, a la atracción de las fuerzas del pasado, no son dueños ni del presente ni del futuro, pues están determinados por las corrientes que los empujan tras de sí. Hasta que un día, cansado de ser arrastrado, decides aprender a navegar, viajar en el tiempo, construir con energía,

Descubre nuevos horizontes, nuevas habilidades que creías ocultas.

Por ello, buscas a otros navegantes a los que consideres amigos y maestros para que compartan contigo sus experiencias. Aprendes a cambiarte a ti mismo. Date cuenta de que en lugar de dejarte engañar por las fuerzas del pasado, puedes aprender a usarlas a tu favor. No podrás eliminar las olas y las corrientes, pero puedes usarlas. Cada nueva herramienta te permite vivir el momento, concentrarte en lo que estás haciendo para obtener las habilidades que necesitas y, cuando sea necesario, salir de la corriente y usar el poder del mar para elegir tu destino futuro.

Antes de surcabas los océanos, buscando más y más, creando nuevos destinos, metas, siempre en el exterior, en el horizonte, dejando atrás el pasado y alcanzar un destino futuro para escapar del puerto.  Esto hace que te agotes y busques asentarte. Pero no perteneces a ningún sitio pues pasas más tiempo en el mar que en tu destino, por lo que te das cuenta de que eres parte del mar, parte del proceso, y no puedes escapar de él. Seguir creando destinos, es alejarte más de lo que eres: el Océano, el Tiempo. Así que decidiste encontrar una isla en medio de este mar, y en vez de correr, construyes una casa y miras el mar pasar a tu alrededor. A partir de ahí, sabiendo que el agua se mueve en todas las direcciones, todos los posibles pasados, presentes y futuros que has visitado y previsto, te dispones a dejar de correr y construir tu casa, para observar como el mar a tu alrededor te atraviesa. Entonces, te desintoxicas de la prisa del tiempo lineal, y con cada movimiento creas un tiempo circular ligado a ti, contigo, un tiempo en el que te das cuenta de que puedes estar en cualquier lugar en cualquier momento,  vas a donde quieres pues ahora  eres el pasado del que huías y el futuro que buscabas. Cada uno de tus pasos sólo existe aquí y ahora.

La idea de vivir el presente es muy diferente al presente, porque el presente es una idea mental que trata de olvidar el pasado y deja ir el futuro. Una persona que dice vivir solo en el presente percibe el tiempo como una línea, no como un tejido. En una red, cada nodo o vértice es un punto focal del presente y las líneas del tejido son el pasado y el futuro. Ahora, si eliminas el pasado y el presente, ¿seguirá existiendo el nodo?. Es como dibujar una cruz, si borro una línea, el punto donde se encuentran estas dos deja de existir. Así es como crees que estás viviendo ahora mismo. El pasado es una línea horizontal, que pueden ser tus brazos abiertos, y el futuro es una línea vertical, que es el resto de tu cuerpo de la cabeza a los pies. En el medio, el corazón. Por lo tanto te darás cuenta de que no puedes estar sin pasado o futuro.

El concepto de aquí y ahora, significa experimentar en un mismo momento las fuerzas del pasado y las intenciones del futuro, sabiendo que en tu corazón está lo que haz cosechado y tus intenciones serán el fertilizante del futuro. Sólo se vive en el Aquí y Ahora, entonces, cuando le das sentido y lógica a la unión de las herramientas del pasado y los propósitos del futuro unidos,  ahí en este instante, te vuelves clave para sanar tu historia y construir tu destino.

Por supuesto. Pasado, presente y futuro son los equivalentes temporales del ancho, la altura y la profundidad espacial. Lo cual en la base de la materia son el electrón, protón y neutrón, en el concepto de creación reconoces como Vibración, Energía y Materia, los cuales los humanos llaman Espíritu, Alma y Cuerpo. Un único ser proyectado en distintas visiones trinas, que deben vivirse Aquí y Ahora para poder existir.

Desde la primera gran sequía, la humanidad ha creado una visión de navegar de principio a fin, una larga historia de dejar un lugar para encontrar otro, compartiendo no solo el mundo, sino también las ideas sobre él. Por lo tanto, el día y la noche, el cielo y la tierra, el cuerpo y el espíritu se han separado. Si buscas el día, niegas  la noche. Orar por el cielo es negar a la tierra,  orar por el espíritu es negar la carne.  Como un barco que sale del puerto buscando un destino en el horizonte,  negando su historia para comenzar una nueva vida, olvidando que la historia estará en todas partes porque cada célula de su cuerpo contiene cada paso de su vida. Esto ha hecho que se sientan atrapados en la realidad, como si el cuerpo y el mundo fueran prisiones de las que deben  liberar y surge la idea que para alcanzar el nivel sutil hay que abandonar lo denso, deshacerse del karma para lograr el dharma, dejar ir el pasado para lograr objetivos futuros y desapegarse de lo material para lograrlo. Pero el espíritu, no está separado del cuerpo, son lo mismo, en distintas composiciones. De igual manera que lo hemos explicado con el agua, más allá de su estado sólido, líquido o gaseoso, las 3 son agua. Así, imagina que el agua es igual al Ser, pues el Ser tiene tres estados: espiritual, álmico y corporal. Nadie va a ningún plano espiritual, sólo pasa de un estado corporal (físico o sólido) a un estado álmico (energético o líquido), y de ahí a uno espiritual (vibracional o gaseoso).

Plenitud proviene de la palabra "Plenus" que significa "completo" en latín. Nadie estará Pleno en su vida si busca huir, o pretende llegar a otro lugar donde se encontrará mejor. La verdad, es que el potencial de todos los orígenes y destinos se encuentran en el interior, en la capacidad de percibir que todo lo existente es un reflejo de ti, y todo lo que existe se refleja en ti. Cuando dejas de perseguir algo y te conviertes en ese algo, el universo entero responde en consecuencia.

Este es la clave de la Ley del Ser, que incluye el concepto excluido por la ley de atracción. Pensar que puedes atraer cosas cuando las quieres o las necesitas tiene el mismo efecto que pensar que debes trabajar duro para conseguirlas, ambos entienden el mundo como objetos separados.  Cuando en realidad, la ley del Ser, la Ley del Uno, es que para conseguir lo que quieres, debes convertirte en ello y actuar en concordancia y resonancia. Atraes lo que eres, no lo que deseas. Así, la plenitud y el balance llegarán a tu vida cuando todo eso que creías separado, conviva como Uno en ti. El pasado vive en tu genética, el futuro vive en las potencialidades de tu ADN, ambos coexisten en lo que eres en el presente. El espíritu es la vibración que activa la energía de las moléculas del alma, formando el cuerpo.

El espíritu está siempre dentro de ti, no tienes que encontrarlo, tienes que verlo, sentirlo, serlo y expandirlo desde ti. Puedes vivir plenamente porque nada existe fuera de ti, y es por eso que a través de la conciencia puedes recrearte, resucitarte, sabiendo que no tienes nada que lograr, sino ser tú mismo, porque si logras ser, todo el universo se manifestará a través de ti.

Esta es la mayor libertad.

B. PODCAST. 

Relato de cada tema en audio para agilizar su comprensión. Dale clic a la Imagen para ir al episodio  

C. VIDEO. 

Aquí esta el Resumen en Español de la explicación del Camino YOSOY junto con una meditación (Matías le llama Alineación)