40. APEGOS - 7 SEPTIEMBRE
A. REsumen.
En tu corazón se encuentra el centro que pulsa todo lo que das y lo que recibes en un intercambio constante de energía, aquello que eres capaz de dar es la herramienta con la cual eres útil, poniéndote al servicio de los demás, y aquello que necesitas o te sientes inútil es el instrumento que te falta de otros para completar tu servicio.
A los humanos les cuesta mucho entender esto, pues tienen la idea de que saberse inútil les hace menos poderosos. Esto surgió a partir Revolución Industrial, donde se sembró la idea de que las personas son herramientas para las fábricas. A partir de ahí las escuelas fueron diseñadas para crear mejores utensilios para servir en estas fábricas, considerando a las a las persona como útiles o inútiles, y si es inútil, se debe descartar en la cadena de fabricación.
De ahí surgieron dos conceptos muy antiguos que pasaron a formar parte de la civilización: la Competencia y el Empoderamiento.
La competencia busca a los más capaces, por lo tanto los que admiten debilidad o que son incompetentes se consideran fracasados., así viene después el concepto de Empoderamiento, el cual pretende hacerlos creer que pueden conseguir cualquier cosa, Pero los dos están errados, es como tener un enorme bosque frutal, del cual solo valoras los manzanos, por lo que decides talar todos los árboles que no den manzanas y sembrar solo manzanos para maximizar productividad del terreno Tarde o temprano, morirás de hambre, pues no se puede vivir sólo de manzanas. Esto muestra por qué tanto el capitalismo como el comunismo no funcionan, ya que ambos monopolizan productos o personas.
El corazón es flexible, se adapta y se integra. Pero sólo encuentra su capacidad ilimitada cuando acepta que ese poder que busca, no radica en el individuo, sino en la capacidad de distinguir que el poder se encuentra repartido entre todos. No es la competencia lo que te hace poderoso, ni la igualdad te hace justo, es la expansión lo que te hace equilibrado. reconociendo tus debilidades, identificando el poder del otro, abriéndote al otro, a pedir ayuda, aceptando la fuerza que genera la colaboración que se da sólo cuando aceptas tus debilidades y fortalezas, cuando realmente puedes vivir en armonía con el mundo que te rodea, no cuando te consideras todopoderoso. Pues ya eres todo poderoso, pero no en tu personalidad, esta es sólo un pequeño aspecto, una herramienta y cualidad de toda tu capacidad eterna, que va más allá del tiempo y el espacio. Tu poder trasciende tu persona, y engloba a la humanidad.
Cuando tomas conciencia de que todo lo que existe es una proyección constante, y que todos los humanos son sólo aspectos de un mismo organismo que comparte la misma raíz, la misma genética e historia, más allá de las razas y del ADN, en realidad todos son carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, azufre, hierro, sales, etc. Cada humano es un árbol en un bosque, o una roca en una montaña, que viven en simbiosis. Así, si uno necesita algo, el otro tendrá lo que falta para compensarlo. Pero si te cierras a esa posibilidad creyéndote separado, jamás verás lo que te están entregando. Ser Autosuficiente no implica ser independiente implica vivir en equilibrio con todos. El problema es que hoy, en la creencia de separación, viven más dependientes de los demás que cualquier otra especie al no reconocer sus propias capacidades, tratando de imitar la de otros que han sido exitosos, terminan dependiendo aún más del medio que los rodea, en cierta forma están apegados los unos a los otros más que unidos.
La unidad se consigue con la fortaleza del complemento entre las capacidades de uno y otros. De lo contrario, solo provocan gastar tanta energía en hacerlo solos creyendo que están separados y terminan frustrados y totalmente dependientes de objetos, situaciones o personas. Al no haber armonía, hay estancamiento, como las cuerdas y los acordes, que al no reconocer su vibración y trata de imitar a la que esta a su lado ocasionando un enredo que detiene la armonía, dejando de sonar, pero también impidiendo sonar a las demás, estancando la resonancia y creando lazos dependientes. Eso se llama apego. El apego, surge de haber fracasado en la búsqueda del poder personal, y relegar todas tus fuerzas sobre un agente externo. “Yo puedo, déjame que yo puedo”, se puede polarizar en el: “sé que podré porque estoy aprendiendo”, o el “sé que no puedo, pero temo que me crean inútil”. en la última, al fracasar, caes en la dependencia.
Todos nacen con las potencialidades del cosmos dentro y todos despertarán cualidades, habilidades, dones, etc. algunos tendrán más facilidad que otros, pero todos pueden hacerlo, ya que tienen la capacidad innata de lograr lo imposible, a este proceso se le llama Aprendizaje. El aprendizaje se fundamenta en la Prueba y Error, el gran problema en el aprendizaje, es creer que pedir ayuda es una debilidad, un fracaso, cuando en realidad, es clave para mejorar. Si pides ayuda durante el proceso, nunca llegarás al fracaso y tal vez, en lugar de depender del que sabe, a la larga encontrarás la alegría de poder hacerlo, porque no tuviste miedo ni vergüenza en reconocer que no sabías cómo. No hay que suponer que en lo que no eres útil no hay arreglo, sino por el contrario identificarlo en que eres inútil te ahorrara tiempo y esfuerzo.
Todos los humanos, y muchos otros seres, están apegados a cosas, situaciones o personas. El apego es el mal funcionamiento del dar y el recibir, al estar cerrado a recibir y sintiéndote falto de energía para entregar, no te queda otra que tomar esa energía de una fuente externa como lo hacen los virus o parásitos que absorben la energía del huésped para mantenerse vivos. Esto desencadena en adicciones, ya sea a drogas, alimentos, vicios, deseos, circunstancias, acciones, emociones o personas.
Entonces todo aquello a lo que te sientes apegado, son las cosas de las cuales obtienes energía, que se gasta muy rápido debido a la incapacidad de generar un circuito correcto de dar y recibir, de expresar y aprender, por ello repites una y otra vez lo mismo. Apego significa justamente “pegarse a algo”, como una garrapata en un perro. Aferrarse a lo que te da lo necesario para vivir, pero sin dar nada a cambio. Esto baja la vibración ocasionando dependencia y enfermedad.
El desapego entonces se convierte como bien indica su nombre, en la capacidad de soltar, de liberarse de dicha dependencia. Pero hay que saber cómo desapegarse, pues se suele hablar muy a la ligera cuando se dice “soltar”, “desapegarse”, muchas veces se pretende entrar en un proceso de desintoxicación; Para los adictos a objetos, se habla de abstinencia, para los dependientes de alimentos, se le llama ayuno o dieta, y para los dependientes emocionales a situaciones o personas se le llama cuarentena, es decir, 40 días sin tener relación con dichos agentes. Sin embrago esto no funciona. Hay que ser sinceros ¿Quién ha empezado una dieta para dejar las harinas y ha dado resultado? Bajo este mismo ejemplo, más bien hay que entender el principio de reversión. Es decir, si durante un mes dejas de comer harinas, probablemente a la cuarta semana comas harina todos los días. Si tienes problemas con tu pareja y decides distanciarte o separarte, seguro volverás a entrar en una relación en la que te pase lo mismo. ¿Sabes por qué? Porque creías que el problema de tu dependencia era la harina o tu pareja. Y no es así. Es tu incapacidad de generar un circuito equilibrado en la energía de tu cuerpo ya que al no tener el coraje de reconocer tus falencias, tus incapacidades, tus necesitas o debilidades, evadiste el momento en que empezaste a ver la harina o tus parejas como una solución a tus problemas. Es el típico efecto boomerang. Por más que lo lances y dejes ir, volverá con la misma fuerza. El problema no es la dependencia, sino la energía que te vincula al sujeto. Debes ver tus carencias e inutilidades para saber por qué eres dependiente. Por ello, tras el paso del corazón, al llegar al plexo, reconocerás que todo lo que acumulas en tu estomago son los apegos, las cosas que temes soltar. ¿Qué huecos intentas tapar llenándolos de cosas externas? Reconoce tus apegos, y sabrás dónde están los orígenes de tus necesidades.
Ahora tu tarea será, sobre tus apegos y desapegos. Debes anotar ambos para hacer consciente dónde están los nudos en tu dar y recibir, en el circuito natural de tu propia maquinaria energética. Pero no sueltes a lo que estás apegado, más bien identifícalos, cambiando tu consciencia y actitud frente a ellos. Pues soltar es un trauma, ya que rompe lazos. Piensa en esto: si la cuerda de la guitarra después de haber perdido la capacidad de sonar en sintonía con las demás, decide buscar su poder en otra cuerda enredándose con ella y deteniendo la vibración de todas, ¿Cuál será la solución para desenredarla y volver a tocar la guitarra? ¿Acaso cortarías las cuerdas con una tijera? Entonces, no sueltes ni cortes lazos a los que estés apegado, pues eterna e inevitablemente todo está conectado en el universo. Para entrar en armonía, reconoce primero qué cuerda se anudó, ve al origen de la misma y ajústala. Naturalmente se soltará de la otra, y empezarán a sonar armónicamente. Así se logra el desapego., al identificar que las cosas de las que te lograste desapegar, son aquellas a las que le llevaste consciencia, entendimiento, claridad y en lugar de cortar, sanaste. Esas son las situaciones en que puedes volverte amigo de tus ex parejas, o comer pizza sin culpa.
Ahora toma tu libreta, escribe la palabra: LAZOS, debajo dos columnas donde pongas los subtítulos: Apegos y Desapegos. Escribe en el primero, con total sinceridad, aquellas cosas, situaciones o personas a las que te sientas apegado en este momento. Y en la otra columna, aquellas que has logrado desapegarte, es decir, las cosas o personas en las que has encontrado equilibrio y de las cuales antes dependías. Sin juicio ni preconceptos, simplemente lo que es y tienes en ti. Debes antes que nada reconocer, ya habrá tiempo para equilibrarlo mas adelante. Desapegándote escucharas la bella y armónica melodía de la canción que resuena en el latido de tu corazón.
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