42. ATRIBUTOS - 9 SEPTIEMBRE

 


A. REsumen.

La acción es la capacidad de realizar un acto. Acto viene de los conceptos griegos “ágo”, que significa “guío”, y de “agón”, que significa “reunir”. Básicamente, el sentido es reunir todo lo que tienes y conducirlo hacia un destino, por ello, el vocablo latino “actum” se refiere a poner algo en movimiento.

La energía que se recibe y ancla en el corazón, se procesa y asimila en el plexo para luego, entregar esa energía al sacro, quien producirá una intención y lleva hacia un nuevo destino, afuera, a través del dar, de entregar, ponerse al servicio, algo que está relacionado al chakra Raíz. Es decir, la manifestación de lo que esta en tu interior.

La acción es una energía ondulante que vibra como las olas del mar, no es una constante. Para tener inercia necesita el momento de reposo, sueño y despertar, por lo que es necesario la baja y el alza de tensión, pues la luz se mueve en una onda de frecuencias positivas y negativas, cortas y largas, esto es lo que da impulso y movimiento. Nada se acelera de manera constante en una lineal ascendente, ya que cuanto más subas, más lento irás debido a la fuerza que se necesita para mantener esta subida e inevitablemente en algún punto bajaras  en pendiente. 



Así como para el corazón, el circuito energético de dar y recibir es horizontalmente hacia el entorno, a diferencia del chakra plexo, donde el circuito es ascendente y descendente, relacionado a la euforia y la depresión. A mayor euforia, mayor depresión, a más alegría, más tristeza. Esto es un ciclo inevitable, pues la luz se mueve en ondas y espirales. Para que un objeto o energía puedan avanzar se necesita la fuerza de inicio y la caída de la bajada, esta última es la que da el impulso y velocidad para remontar la curva y llegar a la cima. Es por esto que a cada gran éxito  está directamente relacionado a una crisis o fracaso precedente.

Las crisis son las claves del éxito, las caídas te hacen ponerte de pie. O sea que, el sentirse mal, cansado, triste, depresivo, no debe evitarse, sino saberlo utilizar. El conflicto viene por una sobrevaloración respecto a la alegría y el vivir feliz. La búsqueda incesante de la felicidad provoca que huyas de la pena, del dolor y la angustia, para evitarlas como si fuera un mal del que hay que escapar, pero jamás podrás escapar de este circuito en tanto esas un ser vivo.

Sin embargo, no es necesario vivir en sufrimiento,  pues hay muchas maneras de vivir esas curvas. Vamos a lo simple; Imagina una extensa onda de vibración donde se repiten constantemente sus ascensos y descensos, a mayor vibración, mayor frecuencia por lo tanto más rápido y más imperceptible.  Por el contrario a menor frecuencia o constancia, mas lento y también menos perceptible. Pues así mismo es la vida, una constante de ondas de energía con subidas y bajadas a distintas frecuencias. También puedes compararlo con un lector de latidos del corazón, en donde se pueden apreciar los pulso en una gráfica. Las subidas y bajadas de la gráfica indicarán el pulso del corazón que expande y contrae, pero si sólo contrae o sólo expande, se llama infarto pero si solo se ve una línea recta significa muerte


       
Imagina ahora que cada subida convexa en la línea es la felicidad y las curvas cóncavas son la depresión, cuanta más frecuencia haya entre los espacios, el proceso será lento e invisible, no podrás relacionar de dónde viene tu depresión, pues hay un largo tramo de tiempo entre la subida y la bajada que no te permite entender la relación entre los sucesos que causan estado de animo. Si hay una frecuencia media entre cada onda se puede percibir cierta armonía, es decir, en cada actitud, acción, evento puedes identificar los momentos de bajada, puedes ver que te afecta en el día a día, qué te hace feliz, y qué te pone triste. Pero si hay una frecuencia entre onda muy cerrada, es decir si las ondas son demasiado estrechas, tu búsqueda de la felicidad es exacerbada, tratando siempre de estar arriba, acortando los  tiempos entre las subidas y bajadas profundizándolas cada vez más, permaneciendo eufórico mas que alegre, provocando emociones tan intensas y rápidas que te llevan a la inestabilidad.


A esto se le llama toxicidad pues así como una fusión nuclear donde se rompe la estructura atómica y se disuelve por la rapidez con que vibra la onda, de igual manera esta búsqueda constante y exagerada de la alegría acaba por destruir la vida. En la negación de una de las dos ondas, ya sea la de subida o la de bajada, terminas por empoderar solo una y arruinar tu realidad. Así es como caes en la depresión o la euforia pero ahora necesitas drogas para alimentar las ondas, porque ya no logras generar energía propia para sostenerlas.

A la curva convexa o la cima de la onda le llamaremos “Fortalezas”, y la cóncava, le llamaremos “Debilidades”. De igual manera que la utilidad en el dar del corazón es aquello que puedes entregar a los demás de ti, y la inutilidad en tu corazón es lo que te permites recibir de otros. El hecho de comprender las fortalezas y debilidades en tus acciones permite identificar el circuito energético de la Raíz, ambos conforman tus Atributos. La diferencia entre atributo y Cualidad, es que la cualidad se considera propia, natural y original. Por otro lado, un atributo es algo adquirido por la experiencia y el crecimiento personal. Así como hay cualidades negativas y positivas, también hay atributos positivos y negativos, habilidades que pueden considerarse adquiridas en la experiencia que te hacen daño, pero que al saber accionarlas correctamente tienen un efecto positivo. Por ejemplo sí un dictador ocupa la fuerza de su imposición para liberar a otros en lugar de sobreponerse ante ellos, entonces un atributo negativo puede tener una resultado positivo.


Por lo tanto, la fortaleza es aquello que reconoces en ti, que te hace sentir presente a la hora de actuar y dirigir tus impulsos. Si en lugar de luchar contra ellos pensando que caer es fracasar y utilizas estos momentos como proceso de introspección, de autoanálisis, sabiendo que es un tiempo que debes tomarte para ti de inacción, entonces te ahorrarás la energía que usas en la batalla contra la caída y podrás aprovecharla como el impulso que te lleva nuevamente a la cima. 

El objetivo de la vida no es encontrar la felicidad, el objetivo de la vida es vivir en armonía. Libérate del romanticismo mágico, poético y cultural que mantiene a las personas sufriendo todo el año para ganarse dos semanas de alegría vacacional, o dos minutos de gloria en el eufórico éxito. Eso no es la vida. La vida es armonía, es día a día, paso a paso, subidas y bajadas. Encuentra la frecuencia correcta en tu longitud de onda, y hallarás el equilibrio donde tus atributos de fortaleza y debilidad, serán tus pasos hacia delante en el camino de la vida. 

Reconoce tus debilidades y así darás el salto a tus fortalezas. 


B. PODCAST. 

Relato de cada tema en audio para agilizar su comprensión. Dale clic a la Imagen para ir al episodio 


C. VIDEO. 

Aquí esta el Resumen en Español de la explicación del Camino YOSOY junto con una meditación (Matías le llama Alineación) 



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