51. MANIPULAR - 18 SEPTIEMBRE

 

A. REsumen.

Empecemos por tener claras dos ideas: La primera es que suelen convertirse  en lo que niegan por polaridad. Por ejemplo, negar la religión los hace buscar un nuevo dogma en que creer para juzgar el anterior, si te pones del lado de la ciencia a juzgar la religión, estas convirtiendo a la ciencia en un nuevo dogma, el cual es criticable por usar los métodos de juicio que utilizó la religión.  Y la segunda es que los conceptos que tienen de las cosas no son la verdad, sino las percepciones de los hechos o lazos que han creado con ese concepto, es decir implica que la idea de religión no surgió para oprimir las mentes, sino para unirlas y darles voz en una red.

El concepto que tienen hoy, negativo, de una religión es por los sucesos que los individuos de las mismas han llevado a cabo a lo largo de la historia. Bajo este argumento, es como suponer que toda ciencia es mala porque fue la ciencia quien creó la bomba atómica. Todo lo que ven en su vidas son sólo perspectivas emocionales y sentimentales, los filtros del ser, contemplando las realidades.

la naturaleza humana es prejuzgar, pues todo es filtrado por la experiencia y conocimiento. Esto es lo que provoca tantas batallas en el mundo, la mayoría innecesarias y absurdas, que separan a hombres de mujeres, a blancos de negros, izquierdas de derechas, al cielo del infierno, a la religión de la  ciencia. La única verdad es que todos son todo, no puedes escapar de ninguno de los opuestos. Como en un imán, cuanto más intentes alejarte de la fuerza opuesta, más duro será el colapso al enfrentarte a ella. Por más que niegues tu opuesto, éste volverá a ti de una u otra forma y la crisis se dará cuando veas que te has convertido en lo que juzgabas.

El prejuicio es una herramienta útil en el proceso de adaptación al medio, pero inútil en el proceso de la toma de consciencia o la búsqueda de la coherencia. Por ejemplo, en un primer encuentro con el fuego, este podría maravillarte, porque es alucinante, da calor, luz, genera colores, consume cosas: Hasta que te quemas. El momento en que tocaste el fuego y tu sistema nervioso interpreta inmediatamente que ese elemento tan bello,  genera dolor, lo que hace es poner un juicio sobre él.

Juicio viene del latín “iudis”, que significa “indicar”. En cierta forma, etiquetarlo para ubicar a qué categoría corresponde. Así, en tu futuro, ya no hará falta que vuelvas a quemarte cuando veas fuego, entenderás que ya sea una brasa, flama, incendio, vela o una parrilla, tu cerebro sabrá con antelación los posibles resultados dolorosos de tocarlo. Indicar con antelación se dice “pre-juicio”. 

El fuego quema, pero también cocina, te da calor en el invierno, reduce los restos de una cosecha, calienta el baño para una buena ducha, da luz en la noche oscura, detiene la propagación de enfermedades mediante la cremación, permite fundir elementos, crear herramientas y hacer alquimia. El fuego no sólo quema y produce dolor, sino muchos otros beneficios. Cuando el humano descubrió el fuego, empezó a cocinar la carne y otros alimentos. Dejar de comer alimentos crudos mejoró la conectividad de los neurotransmisores del cerebro, evolucionando en homo sapiens-sapiens, seres inteligentes. Imagínate si por el prejuicio de que “el fuego quema" nunca lo llagaran a tocar, entonces nadie hubiera cocinado nunca y hoy seguirían conviviendo con neandertales en chozas y cavernas. 

Creer que una cultura es mala, los priva de la expansión cultural, el enriquecimiento de pensamientos e ideas. El racismo impide la mejora de la especie, pues entre mas mezcla de genes haya, mejor adaptables a todos los climas y terrenos, así como las muchas capacidades intelectuales que se pueden obtener. Todos los prejuicios ayudan a identificar el mundo para que no tengas que empezar de cero cada día, permitiéndote tener un bagaje previo con el cual enfrentar la realidad, es como haber aprendido las letras que podrás leer cualquier texto. Pero si piensas que sólo tus letras son las buenas, tu mundo se reducirá a los idiomas que se escriben con tu alfabeto, privándote del enriquecimiento de otros países, culturas y experiencias.

Lo mismo que preserva tu vida e integridad, es lo que te impide vivir por miedo a perderla. Esta es la paradoja de la existencia.  Pero este mecanismo funciona sólo en el plano de la inconsciencia, ya que cuando te vuelcas al mundo de la consciencia, el prejuicio se convierte en un indicador y no una limitante. Nadie es libre de prejuicios, pero sí puedes usarlos libremente.

Cuando hablas de generalidades, hablas de prejuicios. En frases como “los blancos son así” “Los chinos son de esta manera” “los negros lo hacen de tal forma”...  agrupas conceptos,  y no esta mal, pues ayudan a conceptualizar, a comprender cualidades y defectos de una mente colectiva, hablan de una historia específica, logrando plasmar la psiquis de un pueblo, de un idioma o una cultura en una sola idea, donde puedes llegar a conocer  mucha gente mediante conceptos generales, que te ayudarán a discernir lo que puedes tomar o dejar de ellos.

El aspecto negativo radica en catalogar a todos como iguales, sin permitir la singularidad. El concepto de Individuo pasó al de Familia, de Familia a Pueblo, de Pueblo a Cultura, de Cultura a Nación,  de Nación a Raza, y de Raza a Especie. Lo que significa que el individuo, al no encontrar su propio potencial e identidad, relega su poder al grupo más cercano. Ese grupo es la familia que por miedo a sentirse desplazada, a su vez relega el poder a un grupo mayor de familias que llama pueblo o comunidad. Y así se han generando los grandes preconceptos y prejuicios de la historia.

Es así que tras generaciones, se disuelven en la esencia, haciendo que los individuos se confundan como simples extremidades de un grupo, imitando su actuar, y por más que se aleje, se recluya o reniegue del grupo, su sistema nervioso seguirá buscando la familiaridad a través de lo que conoce, es por esto acaba por vivir en grupos o patrones semejantes. No importa cuán lejos escapes de tus problemas, éstos te seguirán, porque siempre estuvieron dentro de ti, es información celular anclada en el sistema nervioso central. Por esto mismo, las personas que buscan la libertad, se sienten presas en todos los sitios a los que van, y cuanto más abren sus ojos, más se dan cuenta de que el sistema es lo mismo, se sienten presos en él, llamándole “la Matrix”.

Presta atención y verás que los nativos americanos sobre todo los pueblos de las selvas y estepas, no conocían el concepto de libertad, simplemente porque no concebían el concepto de esclavitud. La libertad es un estado natural, no es algo que deba ganarse. De igual manera el trabajo: para los pueblos amerindios, no existía la noción del trabajo como en el mundo europeo, por lo tanto, tampoco existía el concepto de ganar el pan con el sudor, o sufrir para tener éxito, pues sabían que la madre naturaleza les entregaba todo, y que siempre tenían lo que necesitaban si sabían observar y vivir en armonía con el entorno.

Por otro lado, los europeos tuvieron que luchar siempre por los pocos recursos generados en los escasos meses de verano en territorios limitados, lo cual implicaba que ganarse el pan era un esfuerzo, una batalla contra el clima y los enemigos. El esfuerzo y el trabajo son conceptos de la esclavitud, en que a los siervos se les amenazaba con un látigo de 3 palos en los extremos, con los que recibían un castigo si no había esfuerzo. Tres Palos se volvió la palabra latina “Tri Palium”, origen de la palabra trabajo. 




Aun así, el concepto latino ha traspasado, mediante la religión cristiana, a todo el mundo por el colonialismo y los conceptos protestantes del trabajo duro, se han manifestado en la visión capitalista de la cultura económica desde la Revolución Industrial.

Si pones a un europeo frente a un nativo americano, el europeo pensará que el nativo es un vago y holgazán esperando que las cosas le lleguen por arte de magia, mientras que el nativo pensará del europeo que es un ambicioso egoísta que cree que para vivir hay que sufrir. Ambos preconceptos y prejuicios han sido creados mediante los contextos y experiencias personales y culturales de cada grupo. Ahora… ¿Cuál tiene razón?
Ninguno. Y a la vez, los dos tienen razón. Es decir, no hay una forma correcta de hacer las cosas.

Todos estarán de acuerdo en algo: la Tierra da, y con lo que entrega, hay que hacer. Este es justamente otro de esos procesos evolutivos que los ha hecho ser quienes son, son sus manos, las manos del homínido lo que les ha dado la capacidad para crear cosas, plasmar herramientas, pero, sobre todo, en el humano, le ha permitido moldear ideas intangibles.  Los homínidos han toman un palo y una piedra, y con sus manos crearon herramientas para cavar, obtener raíces, moler el grano, y muchas más cosas con las que lograron no solamente sobrevivir, sino crear un lápiz, un cincel, y diseñar así arte, poesía, ciencia. Aquí es cuando descubres el concepto de “Utilizar las manos para crear”, algo que en latín se conoce como “Manipular”.

Evolutivamente el homínido desarrolló las manos para manipular su medio, y cuando gracias al fuego desarrolló su mente, se dio cuenta que podía manipular las ideas también. De aquí viene el prejuicio o preconcepto que tienen de la palabra Manipulación, aplicada a los gobiernos, religiones, filosofías, espiritualidad, culturas, y tantas otras. Manipular es visto hoy como la forma de controlar a los grupos e individuos. Esos grupos de los que hablan,  sobre los cuales el individuo relegó su poder, son fáciles de manipular en ideas. Y la razón es sencilla: es más fácil moldear una idea para un grupo de miles de personas que comparten el mismo prejuicio, que a miles de individuos con distintos preconceptos entre sí. Por ello es más fácil crear una educación débil, repetitiva, basada en la memorización y la competencia, que generar una educación de creativos y librepensadores. Miles saben manipular materiales, pocos saben manipular mentes. Pero todos saben manipular las emociones.

La manipulación es fundamentalmente emocional, por ello están controlados por miedo, hambre, necesidades, sexo y amor. Las emociones son la energía básica de la acción, el combustible creativo del poder personal del ser. Si pierdes la capacidad de conectarte contigo mismo, no sabrás el poder que tienes y desperdiciarás la energía, dejando de ser creativo para convertirte en autómata. Relegas el poder energético al automatismo del grupo, te vuelves irresponsable de ti mismo, y entregas la responsabilidad a otro, ya sea un líder, jefe, guía, político, maestro, gurú, etc. Al no manipular tu propia energía, la misma se mueve con la corriente y pasa a ser manipulada por alguien externo. Entonces, en ese momento, un mecanismo evolutivo se convierte en una limitante, convirtiéndose en un sistema de manipulación. Y así todos manipulan.

La capacidad creativa se debe al poder energético del Sacro. Ahí, en tu útero gestador de vitalidad, se encuentra la clave que te permite “manifestar” del latín "manifestare" “hacer una fiesta con las manos”, por ello, las manos manipulan tu poder interior para plasmar tus ideas en la materia. Pero a veces, esa energía no la posees y la buscas en los lazos emocionales y sentimentales que tienen con otros. Ahí, lo que haces, es convertirte en un parásito, una bacteria o un virus, que utiliza la energía del otro como si fuese arcilla, manipulando su ser. 

Ponerte a juzgar la manipulación de los sistemas, sin reconocer que tú también lo haces en tu día a día con los más allegados, es hipócrita. Antes de desarticular la manipulación de todo un sistema de prejuicios y control planetario, debes desarticularlo en tu propio mundo. ¿No te parece más lógico empezar por ahí? Hay que entender que es, el conjunto de individuos quienes han relegado sistemáticamente su poder a un grupo por temor a ser rechazados y no un gobierno o una religión.

Por esto, la tarea de hoy es describir tus propias manipulaciones emocionales. La pregunta es “¿Cómo y a quién manipulas emocionalmente en tu vida?” Esta pregunta lleva implícita la idea de que la manipulación busca utilizar la energía o capacidad del otro para cubrir una necesidad propia que no logras satisfacer por ti mismo. Escribe en una columna las manipulaciones que otros han hecho en ti  y en otra columna las manipulaciones que tu has puesto en otros… Las manipulaciones pueden ser de todo tipo, desde frases como “¿me alcanzarías eso que está en la mesa, por favor?”, pero con un tono de pena, tristeza o condescendencia, hasta “¡Nadie te querrá más que yo!”, lo cual puede crear una inseguridad en el otro de creer que es imposible sentirse amado por otros.
 
El Sacro representa la creación, para crear necesitas las manos; el humano evolucionó en la mente, y por lo tanto puede manifestar ideas creativamente. Esto le permite manipular la realidad acorde a sus prejuicios y desde ellos controlar el entorno manipulándolo a su necesidad y antojo. Cuando no sabes manipular tu propia fuerza, dejas que otros la manipulen. Seas víctima o victimario, siempre la manipulación será emocional.

Cuando buscas ser libre de este circuito, debes recuperar tu poder individual, lo cual te llevará inevitablemente a enfrentar tus propias manipulaciones. Hazte la pregunta, cuestiónate, anota cada manipulación que reconozcas en ti. 

B. PODCAST. 

Relato de cada tema en audio para agilizar su comprensión. Dale clic a la Imagen para ir al episodio 


C. VIDEO. 

Aquí esta el Resumen en Español de la explicación del Camino YOSOY junto con una meditación (Matías le llama Alineación) 





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