13. YOSOY EL ÁRBOL - 11 DE AGOSTO

 



A. REsumen.

El chakra base es la energía vital, también se le llama chakra raíz porque es el punto desde el cual nace la conexión con la tierra, que es de donde proviene gran parte de su energía. La expresión física de las raíces son tus piernas, y los nodos que acumulan los nutrientes son tus rodillas. 

Así las rodillas se constituyen como el octavo chakra desde el punto de vista del cielo, el segundo desde el punto de vista de la tierra. Esto significa que para el plano etérico, espiritual, el camino a la vida se manifiesta en tomar una idea (chakra corona) que se convierte en propósito ( chakra tercer ojo) para el cual debes aprender y desarrollarte en la experiencia (chakra laríngeo), compartirte y expandir tus límites (chakra corazón), para fortalecer la personalidad que es tu herramienta (chakra plexo), y así crear la energía necesaria (chakra sacro) para manifestar tus ideas (chakra raíz). Nacer, y empezar a trazar tu camino en la tierra (chakra rodillas).

Sin embargo, para aquel que busca salirse de los caminos de la vida para retornar al espíritu recorre el camino inverso. Busca liberarse de las raíces en la materia (rodillas) para poder transmutar su energía (raíz) y volverse creador de una nueva realidad (sacro), buscando la coherencia de su ser (plexo), para expandirse al servicio común (corazón), expresando la verdad interior (laríngeo), para encontrar el sentido de las cosas (tercer ojo) y así conectarse a la Verdad (corona). 

Las rodillas conectan con la información de tu historia y la capacidad de adaptarte en ella. Las piernas son las herramientas del cuerpo físico que sostienen la mayor cantidad de peso de tu materia, son las que ejercen la mayor cantidad de presión, las que generan mayor fuerza y potencia, y las que te permiten avanzar o retroceder. Tus rodillas son los centros de flexibilidad en dicho camino, los que te permiten inclinarte, protegerte, realizar la fuerza y enganche al subir una cuesta arriba, son las que ejercen la presión necesaria en una bajada. Pero, sobre todo, son las que te recuerdan que el camino es hacia delante o hacia arriba, pues están diseñadas para ayudarte a caminar, moverte en el ambiente, y ser ágil a la hora de correr o escapar. La función de las rodillas es la de fortalecer tu presencia aquí y ahora, a ayudarte a avanzar en el camino que estás transitando. 

Por esto se les relaciona con la historia, ya que marcan el camino recorrido de nuestro cuerpo. Y no sólo del propio, sino de todos. Por memoria celular, cada paso que has dado ha sido registrado en tus rodillas, y mediante los pulsos simpáticos y parasimpáticos del sistema nervioso, estos datos quedan registrados para futuras reacciones. Puedes pensar en tus rodillas como una especie de GPS que registra todos los pasos que has dado. Pero cuando tu teléfono muere, esta información pasa por la nube y es descargada a un nuevo teléfono, tal vez con mejores aplicaciones y sistema operativo, pero los pasos están ahí, en el GPS. Esto te deja ver que cada paso dado por tus ancestros, queda registrado en los pulsos nerviosos que lo han inscripto en el ADN. La razón es la facilitación de la información ante posibles circunstancias semejantes. Por ejemplo, subir una escalera por primera vez, es difícil, hasta que tu cuerpo lo ha experimentado, luego, ya no será necesario pensarlo, pues el mecanismo de cómo hacerlo, estará en cada célula y actuarán por reacción al ver una escalera. Hoy ya no piensas cómo subirla o bajarla, simplemente pasa. Lo haces y ya. Pues ahora imagina lo mismo con cada decisión que se ha tomado. A dónde has ido, lo que has hecho, viajar o no, qué comes, qué sientes, las actitudes y aptitudes, las habilidades desarrolladas, los traumas no superados, las creencias, negaciones, represiones, dolores, peligros, amores, sensaciones, intenciones, todo, todo lo que se te pueda ocurrir que haya implicado una toma de decisión y haya desembocado en una acción, todo eso, ha quedado registrado como un pulso que, al haberse realizado varias veces, se ha mecanizado. Cuantas más veces se ha repetido, el cuerpo lo ha asimilado como parte del sistema parasimpático en lugar del simpático. 

Es decir, que teniendo en cuenta que el sistema nervioso simpático se refiere a todo aquello que realizas por voluntad, como hablar, mover las manos para escribir, toda acción y actitud que lleva a realizar algo a voluntad propia, es ingerido de manera mecánica por el sistema parasimpático al repetirse una y otra vez, es decir, como la respiración, el latido del corazón, la digestión, todo aquello que no debes pensar para que suceda, es producto de una acción simpática que mecanizada se volvió parasimpática. Y así, se heredada de generación en generación, como el mismísimo latido del corazón. Por eso se parecen a sus ancestros, por eso tienen actitudes de sus abuelos, bisabuelos, padres, incluso sin conocerlos. Por ello repiten los mismos errores o despiertan los mismos atributos.

Esto no significa que debes liberarte de esas actitudes para ser tú mismo, pues ¿Quién eres tú sin esas actitudes? ¿Qué eres? Eres el resultado final de todo ello sea, que tu existencia, tu personalidad, lo que crees que eres, es el producto final de todo ese actuar mecánico. Es decir tu personalidad es prácticamente una herencia desde ese punto de vista. No puedes deshacerte de lo que eres, pues dejarías de ser. Imagina un árbol que cree que para ser un buen árbol debería primero cortar sus raíces. ¿Tiene futuro el árbol que piensa eso? Pues un árbol con profundas raíces crece más fuerte, está anclado en su presente con firmeza.

El humano, se mueve, a diferencia del árbol, lo cual le ha dado una connotación de “huir”, “escapar” de su punto de origen. Alejarse de su pasado yendo hacia el futuro. En tanto para un vegetal el futuro está hacia arriba y abajo, para un animal el futuro está delante, a donde se dirige. Esto ha creado la sensación de que la única forma de avanzar es dejando el pasado detrás. Sin embargo, todo en la vida es un ciclo, e inevitablemente, volvemos a donde todo comienza. Por esto, cada historia que lees, escribes, observas o vives, es normalmente un círculo, en que el “héroe” se aleja de su hogar, y tras pasar cientos de hazañas y aventuras transformadoras, regresa a su hogar. Así, fuiste sólo un árbol que camina en círculos. Pero árbol al fin.

Por eso cada uno de ustedes vuelve a donde comenzó, al alfa y al omega, al principio y al final, toso es uno mismo y es todo lo que les dio vida, es la herramienta para hacer el camino. Tu familia, tu cultura, tu raza, tu especie, son tus raíces. Todos tienen algo que ofrecerte. La primera célula te entregó el latido, ella se dedicó a pensar cómo generar el sistema de circulación, para que ahora no tengas que pensarlo. Los nervios tuvieron que buscar mil maneras para encontrar la correcta de transmitir información, y es gracias a esas células que hoy no tienes que esforzarte para sentir. Es gracias a la conjunción de células y bacterias que hoy puedes digerir sin pensar. Es gracias a los primeros organismos complejos que puedes respirar y moverte sin pensar, gracias a tus ancestros homínidos sabes lo que es un hogar, una familia, gracias a los peligros es que has aprendido a sentir miedo, y hoy sabes defenderte. Todas tus innatas habilidades son gracias a aquellos homo-erectus y homo-habilis que se lanzaron a investigar los palos y las piedras. Es gracias a todos tus ancestros directos que sientes lo que sientes, que piensas como piensas, que tienes las capacidades que tienes, las características que te hacen ser quién eres. Y cada paso que das, es un pulso eléctrico que carga tu ADN con la información para tus hijos, nietos, y todas las futuras generaciones. Y aunque no tengas hijos pasará a tus amigos, sobrinos, u otros. Pues las actitudes se comparten y transmiten por pulsos, y compartir es un pulsar también. 




O sea que, no puedes limpiar el karma que no te corresponde, ni eliminar la historia ajena, porque esa historia eres tú. Y te preguntaras ¿Qué pasa con todas esas terapias de limpieza kármica y despejar las memorias pasadas? Si lo piensas bien, todas ellas lo único que te aportan es claridad. Así es que puedes aceptar tu historia, le reconoces, y te aceptas a ti mismo. La idea o el pensamiento al que llevan estas terapias es a reconocer que me estoy quitando un peso de encima que es ajeno, pero lo único que estoy haciendo es darle el lugar que le corresponde. Pensar realmente que eliminar el pasado para construir futuro, sería como creer que obtendrás mejores frutos talando los árboles. 
 
Por lo tanto, todo lo que tu familia ha vivido, es lo que eres, Lo que hay que hacer es resignificar la historia, utilizar el potencial, observar sus caminos para convertirlos en algo superador. No hay que talar árboles, hay que contemplarles, comprenderles, aceptarles, saberte parte de ellos y en lugar de eliminar raíces, remover la tierra, oxigenarla, ponerle abono y algunas lombrices y minerales. Revitalizar las raíces, resignificando la fortaleza del sustento. 




Esto que cada uno de debe hacer para encontrar armonía, es lo que, en red, en conjunto, también deben hacer con la humanidad, con las guerras, las políticas, el hambre, los conflictos, el racismo, el patriarcado, el matriarcado, la opresión, todo ello, no hay que limpiarlo ni eliminarlo, hay que resignificarlo. 
No hay malos ni buenos, e incluso las raíces muertas sirven como abono de las nuevas. Todo es reciclable, nada puede eliminarse en la Tierra. No puedes eliminar tu pasado, pues un pueblo o individuo sin pasado, es un pueblo sin sentido, sin fuerzas para construir futuro.

Lo que debes hacer es dejar de vivir en el pasado, resignificarle en tu presente y así crear tu futuro. Y puedes resignificarlos con tus actitudes y acciones, Generando una nueva acción, una nueva actitud y aptitud ante las circunstancias diarias. Contempla como reaccionas comúnmente en la vida, busca el origen de esas actitudes y encontrarás el mecanismo. Reconócelas, y encontrarás su propósito. Entonces, le das un nuevo significado, un nuevo sentido y utilidad, después lo pones en práctica a través de actuar diferente: si antes gritabas, ahora esfuérzate por hablar suave en las mismas circunstancias. Educar el cuerpo hasta convertirlo en un nuevo hábito, es como hacer ejercicio, lleva tiempo ver los resultados esperados, pero un día, se volverá mecánico, y no tendrás que pensar más ni gastar neuronas simpáticas, pues estará a cargo tu sistema parasimpático. 
En lugar de reaccionar, debes accionar y reconocer que todo lo que has hecho en otras vidas y en esta, lo que tus ancestros han hecho, todo ello, eres tú hoy, aquí y ahora. Resignifícate, honra a tu padre y tu madre, a todos tus ancestros, a todas tus raíces. Pues ¡Yo Soy el Árbol!

B. PODCAST. 

Relato de cada tema en audio para agilizar su comprensión. Dale clic a la Imagen para ir al episodio 



C. VIDEO. 

Aquí esta el Resumen en Español de la explicación del Camino YOSOY junto con una meditación (Matías le llama Alineación) 




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