A. REsumen.
Si Amor significa “sin muerte” en latín, osea algo eterno, y todos sabemos que lo eterno es la energía pues se transforma constantemente sin terminarse, entonces, el amor es una energía, la energía que eternamente lo atraviesa y construye todo, por lo tanto, el amor tiene muchas formas, y uno puede amar de diversas maneras. Pues el amor es esa energía eterna que lo origina y moldea todo. Desde el primer pulso del Universo pues es la energía eterna la que se transforma una y otra vez: de ondas a cuerdas, de cuerdas a cuantum, de cuantum a partículas, de partículas a átomos, así en moléculas y éstas en elementos químicos, que se transforman en ácidos que componen los códigos genéticos, y se protegen en el plasma de una célula, que se multiplica hasta ser un órgano, luego organismo, un cuerpo, luego una entidad, y de ahí a un ser. Es decir, que todo es Amor, pues todo es energía eterna. Y la energía vibra, como la música, en diferentes sintonías.
Las cuerdas del tiempo que construyen la base de toda la conexión energética son como las cuerdas de una guitarra o un arpa, las cuales según su grosor, tensión o largo sonarán más agudas o graves, generando la variedad energética que oyes como música. Para que una bellísima canción surja, necesita ritmos, compás, momentos de tensión y de resolución, entender que la canción que llamas Amor, tendrá distintas notas, unas graves y densas, y otras sutiles y agudas. Esta escala, en los humanos, se encuentra a lo largo del cuerpo, como una guitarra con cuerdas que atraviesa todo tu cuerpo de los pies a la cabeza, los tensores de las cuerdas se encuentran en cada uno de los chakras, así, cuando más corta y gruesa es la cuerda, más grave y denso sonará, generando las emociones bajas. Y cuanto más largo y agudo suene, sentirás las emociones elevadas. Pero todas hacen una canción, una melodía.
El Odio es una de esas tensiones, y la Felicidad es la resolución de esta tensión musical. Pero ambas crean la canción. Por ello, lo único que te permite disfrutar y oír la bella melodía, es el Amor Incondicional, pues te permite ver la lógica y belleza en cada proceso, en cada nota sin juzgarla.
Los amores obsesivos, los celos o el “te pego porque te quiero” No son cuestión de que estar bien o estar mal. Es cuestión de afinar las cuerdas. Un instrumento desafinado, sólo genera ruido, desarmonía. El error es pensar que la felicidad está bien o creer entonces que la tristeza está mal. No. No hay para el universo ninguna emoción que sea mala, ni ninguna forma de amor que sea la correcta, sólo hay instrumentos desafinados que necesitan un ajuste en las cuerdas. El odio es muy útil cuando es canalizado, pues genera la tensión necesaria que impulsa a una descarga energética que busca la liberación de dicha tensión. El odio a la opresión busca como resultado la libertad; el odio a la guerra, busca como resultado la paz. Sin embargo, en el vocabulario humano, se han polarizado las emociones como si fueran conceptos y no energías. Es como decir que según mi creencia moral sólo utilizaré las pilas y baterías que tengan el lado positivo porque el negativo me cae mal o no concuerda con mi escala de valores… Jamás obtendrás luz de una batería que tiene dos lados positivos.
Ajustar la guitarra implica saber utilizar los chakras, que son los motores o las clavijas de una guitarra. Ajustando los chakras como unas cuerdas, ordenando la energía en ellos, haciéndolos girar correctamente y en armonía a las demás, lograrás hacer sonar las cuerdas negativas para ser útil en tu melodía amorosa.
Incondicionalidad significa “sin condiciones”, y a veces, las personas suelen no darse cuenta de lo que esto significa, creen que Incondicional es algo muy idílico en que se rechaza lo negativo y se vive en un mundo de paz, hermandad y utopía. Sin embargo, es muy diferente, implica justamente reconocer la utilidad de incluso aquello negativo y oscuro, y comprender amorosamente que quien desentona es porque no ha podido ajustar sus chakras, sus cuerdas, no porque sea malo. Tal vez, en su vida, ha vivido situaciones que han desajustado las clavijas, por esto su forma de amor desentona, creyendo que pegar es amor, que dominar es amor, que sobreproteger es amor, que controlar es amor, que celar es amor…
Todas las emociones existentes son útiles, todas, y todas ellas surgen de la energía eterna, es decir: el Amor,
Entender por qué se dice que “Dios es Amor”, que “el Universo es Amor” que “sólo el Amor los hará libres”, que “Todo lo que necesitas es Amor”? Porque amor no significa estar enamorado, sino ser eterno, ilimitado. De hecho, es lo que se siente cuando uno se enamora, se siente que no hay límites, que uno lo puede todo.
Porque todas las emociones coexisten allí. Las más importantes son las que se han registrado en cada célula como mecanismos de supervivencia: Alegría, Enfado, Miedo, Tristeza, Sorpresa, Asco, Confianza, Interés. de estas provienen la Vergüenza, la Culpa, Bochorno, Satisfacción, Desprecio, Entusiasmo, Complacencia, Orgullo, Placer. Y todas las anteriores pasan de ser reacciones a estados constantes, llamados “Sentimientos”, como la Generosidad, Gozo, Afecto, Júbilo, Compasión, Esperanza, Libertad, Agradecimiento, Aceptación, Acompañamiento, Bondad, Admiración, Benevolencia, Amabilidad, Alivio, Empatía, Integridad, Armonía, Apego, Aprobación, Honestidad, Humildad, Concentración, Templanza, Tolerancia, Motivación, Felicidad, Fortaleza, Autonomía, Serenidad, Optimismo, Satisfacción, Seguridad y el mismo Amor.
Entonces, debes lograr que todo ello conviva en ti armónicamente, sin juicios, pues el Amor Incondicional les contiene y necesita a todas para crear su melodía ya que son los distintos amores que conviven en tu corazón, como si fuera la roseta de la Guitarra,
donde se produce la gran resonancia, donde los graves y las tensiones, los agudos y las resoluciones, se combinan. Es por esto que suelen enamorarse profundamente de cosas que les generan conflictos. Es decir, El músico es el otro, el que aparece en tu vida, y toca tus cuerdas, esa persona, ese ser, es quien te hará ver lo que suena en ti y los ajustes o desajustes en tus cuerdas. Los humanos suelen pensar que una o tal emoción la siente por la gracia o la culpa de otra persona, sin embargo, esa emoción vive en ti, y está desafinada o afinada en mí, el otro sólo tocó la cuerda, haciéndola sonar, mostrándote cómo suenas por dentro. Pero el que suena mal eres tu, no el otro. La reacción resonante está en ti, no en el otro. Pero a su vez, también hace sonar lo que el otro necesitaba escuchar y no estaba oyendo de sí mismo. El músico no toca la canción con oídos sordos, sino a la espera de sacar algo de ello. Es una simbiosis energética, la cual, mediante las relaciones, se busca mejorar, sentir la armonía, encontrar el amor incondicional. Para ello primero, tanto el músico como el instrumento deben reconocer todos sus sonidos, sus emociones, la cantidad de melodías que son capaces de crear. Pero por, sobre todo, liberarse del rol, pues muchas personas creen que son instrumentos de otras, otras tantas creen que son los músicos que utilizan los instrumentos a su merced. Ambos son instrumentos y músicos a la vez.
Para convertirte en un buen musico debes tocar tu propio instrumento y sentir su resonancia en el corazón. La música que puedes hacer de ti mismo. Es mucho más fácil echar la culpa a los otros, a los que tocan las cuerdas, en lugar de ver que cada uno puede provocarse las mismas emociones a sí mismo. Mirarse al espejo, reconocer que todo lo que no te gusta es tan sólo la música que emerge de ti y filtra lo que escucho del mundo; no es algo fácil, implica aceptarse como el generador de tus propios conflictos. Lo que no resuena, lo que desentona, lo que desafina, está en mi ser, es mi música, y ningún músico quiere descubrir que el problema de la orquesta era su propio instrumento. Por ello lanzamos lo bueno y lo malo sobre los otros. Se dicen cosas como “sin esa persona yo no soy nada”, o, “le necesito”, “le odio”, “mis problemas terminarían si él o ella desapareciese de mi vida…”. Todas esas cosas que proyectan en el otro, no son más que los desajustes propios, que el otro sólo les permite escuchar. La creencia de que necesitamos del otro para ser quienes somos, la creencia de que es el otro quien me produce tal o cual emoción, y que es sólo por el otro que puedo sentirme completo o vacío.
Por lo tanto enamorarse sucede cuando un agente externo, ya sea una situación, una persona, una epifanía o revelación, hace sonar todas tus emociones en un mismo instante, y todo, desde lo más bajo a lo más alto de tu ser, suenan al unísono. Esto genera una reacción que neutraliza lo que estaba separado, lo vuelve unificado, y a su vez, no se puede sentir nada, pues se siente todo al mismo tiempo. Pero enamorarse es sólo un instante, pues luego las cuerdas comienzan a sonar en resonancia a los demás, generando conflictos y tensiones para culminar en resoluciones.
El Amor es como un mar, lleno de olas con cúspides y profundidades, subidas y bajadas. Es la única forma en que las cosas pueden ser eternas: si se transforman. Piensa ahora en todas las personas que has logrado amar, en todos los sentidos, aquellas que has amado profundamente, de los que has sentido mayor amistad, de quienes te has enamorado, a los que sientes familia, a los que sientes parejas, o amantes, piensa en todos los que te han movido el corazón… Y veras que no se puede mantener esa sensación constantemente, siempre se ha transformado en odio, traición, decepción, angustia… O de amor a amistad, de pasión a relación, de amistad a amorío, nunca se mantiene estático es como una ola. No puedes ir en contra del mar, pero puedes aprender a nadar en él.
Querer dominar el mar es de egoístas, aprender a nadar es Amor Incondicional. Pues un mar sin olas no lleva ningún barco a su destino. Sabiendo que las formas de amor cambiarán siempre, no puedes aferrarte a ninguna, pues todas se transformarán inevitablemente, sólo te queda aceptarlo. Y al aceptarlo, sabes que las olas no suben para luego bajar y nunca más subir, sino que vuelven, regresan a la superficie.
Cuando en lugar de ver una subida y una bajada ves el horizonte del mar y los millones de ondas en él, podrás comprender lo que significa la aceptación, la empatía, la incondicionalidad, comprendiendo que el amor es el agua. En cierta forma, es liberador, pues, permite que veas a todo con amor, que tu corazón pueda resonar sin expectativas, sin querer apegarse a la sensación. Pues, toda persona en el mundo externo, es sólo una proyección del mundo interno. El amor que sientes por otra persona solo te muestra lo que eres capaz de hacer. Pero primero uno debe aprender a decirse a uno mismo lo que quieres decirle al otro. Pues todo gran camino de amor no empieza por la entrega de uno al otro, sino la propia entrega, el permitirse oír la propia melodía. en el Amor, no debemos esperar nada de nadie, sino Ser lo que esperamos recibir. Ámate a ti mismo, y sólo recibirás amor.
Muchas veces te enamoras de las personas no por lo que son sino por la idea que tienes de él o ella, esa idea no vive en él, sino dentro de ti. Todos los humanos proyectan sobre los demás lo que vive en su interior, y lloran ante la incapacidad que tiene el otro de darles eso que ya está en sus mundos internos. por lo tanto Aprende a darte lo que esperas de los demás, es entonces que recibirás la coherencia de los otros hacia ti, libremente, sin expectativas, ideas ni condiciones. El apego a la idea de lo que podría ser es una de las claves fundamentales a soltar para poder amar, pues el mar es un espíritu libre que no puede encerrarse en un cofre.
Honra el amor que sientes por otras personas, sin juicio, pues aún en la ausencia te puede recordar la fuerza del amor que hay en tu corazón. Sólo debes sentirte libre y expandido. Liberarte del apego. Para ello, debes permitirte amarte tanto como le amas a él o ella. Enamórate de la Nada, enamórate del Vacío que han dejado en ti, pues su Amor vive en ti, pues tú eres Amor y está en ti.
B. PODCAST.
Relato de cada tema en audio para agilizar su comprensión. Dale clic a la Imagen para ir al episodio
C. VIDEO.
Aquí esta el Resumen en Español de la explicación del Camino YOSOY junto con una meditación (Matías le llama Alineación)
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