14. YOSOY EL CAMINO - 12 DE AGOSTO
A. REsumen.
¿Qué es realmente el camino?
El camino es una percepción, algo forzado a surgir con el objetivo de crear apariencia de movimiento. El camino existe, pero no desde la apariencia en que percibes el camino. Todo busca expandirse o conectar un punto A con un punto B. Es decir que todo espacio posee un Origen y un Destino al que busca llegar y convertir en un nuevo Origen, punto de apoyo para otro nuevo destino. Ahora bien, podríamos decir que el alma basa su camino en la Misión y el Propósito. El punto A es la misión, es decir, la fuerza por la que se impulsa y el punto B sería el Propósito, que es a lo que ostenta llegar. En el medio, se dan los eslabones que llevan a su conclusión.
El punto A se encuentra estático, con la potencialidad de expandirse, entonces al visualizar el punto B se proyecta saliéndose de sí, trazando una línea. Así, el concepto del camino es simple: es el conjunto de potencialidades que generan una onda de curvas positivas y negativas que impulsan al vacío a convertirse en el pleno, es decir, de la Nada al Todo. En la geometría le ves como dos vértices conectados por una arista. El camino es la arista que une los centros de energía, es el entramado que muestra la red conectora entre las cosas. Pero no existe en la realidad universal nada que sólo se componga por un pingpong de dos vértices y una arista, pues toda geometría es un cuerpo completo, compuesto de un mínimo de 4 vértices conectados por 6 aristas creando 4 caras triangulares. Es decir, un Tetraedro. En esta figura puedes entender que todo punto A es igual a todo punto B, pues el circuito es cerrado, y que todos los caminos llevan a todos los puntos. Así, no existe un sólo camino, sino que existen múltiples, y todos se vuelven a retomar, una y otra vez, como ecos, reflejos… “dejà vu”.
Todo camino realizado, es cíclico y en realidad nunca estamos avanzando ni hacia delante ni hacia arriba al cumplir misiones y propósitos, sino que estas volviendo sobre tus pasos. Pues el sistema de caminos universales es un engranaje cerrado, un circuito sin salida. Puede parecer que la Matrix es una telaraña o una especie de cárcel universal. Pero no puedes juzgar al sistema sino lo conoces bien o sino sabes que hay después del sistema. No puedes consideras que estas atrapado si no sabes qué se esconde detrás. Quien busca ser libre es porque conoce que hay una libertad más allá. Pero ¿Y si la libertad que profesas es parte del mismo sistema?. El hecho de que exista el concepto de libertad es porque existe la contraparte que es la privación de dicha libertad. Así pues, si no conoces qué destino te lleva a dicha libertad, no puedes asegurar que la misma exista, pues todas las libertades que has conocido y en las que te basas, son meras proyecciones del mismo sistema de circuito cerrado.
Trataré de explicarlo. Imagina que el punto A del origen, necesita proyectarse en su dual para poder crear opciones de sí mismo. Así se polariza proyectándose en el punto B, en el cual se contempla. El eco de esta creación genera el primer camino, de ondas positivas y negativas. Pero la proyección es inviable para la evolución, pues es un juego de ida y vuelta infinito sin crecimiento, equitativo. Para que haya crecimiento debe haber entendimiento y superación, salirse del circuito y generar una apertura de imperfección o contemplación, que permita el error o la observación del mismo. Así, del A y el B surge un nuevo B, llamado C, que es el observador del proceso. Podríamos imaginar esto como una partida de tenis en que dos jugadores se pasan la pelota constantemente, y cada uno ve su punto de vista, su reflejo, sin embargo, al agregar un tercer miembro, es decir el árbitro, quien observa imparcial la jugada, compone una tríada, la trinidad.
El observador marcará la diferencia, cambiando los roles, avisando los tiempos, proyectando su versión de los hechos. Pero hay un observador superior, uno que contempla todo desde todas las perspectivas posibles el D. Aquí, sería el público en las gradas superiores, un vértice por encima de los tres. Este concepto nos hace entender que cada punto de vista es válido, que los 4 tienen su postura, su punto de visión, su energía y proyección sobre el hecho. Los 4 vértices son destino y los 4 son origen. Esto mismo pasa en la naturaleza: los 4 vértices son tierra, aire, fuego y agua. Cada uno de ellos posee su propio origen, y es a su vez destino del otro. En el espacio, son las 4 direcciones: arriba, abajo, derecha e izquierda, o los puntos cardinales, norte, sur, este y oeste. En los procesos universales, los conoces como expresión, experimentación, integración y trascendencia, los cuales en tu vida temporal son nacer, crecer, producir y morir. Así, cada uno de estos 4 dependen del otro.
El tetraedro es la estructura firme más poderosa que permite a todas las cosas existir y manifestarse. Ahora bien, para que estos 4 se conecten, deben recorrer 6 caminos, 6 aristas que les conectan. En el nivel sutil, a los 6 se le llaman “Atributos”: Sabiduría, Voluntad, Amor, Mente, Emoción y Acción. Reconoce la forma del tetraedro, y observa sus caras. 4 caras triangulares.
Por lo tanto, 4 trinidades que componen el camino completo. Si cada uno es un elemento, significa que, para ser integrado, para cumplir el propósito, el ser deberá recorrer 4 caminos: el camino del agua, el del fuego, el del aire y el de la tierra. Estos 4 caminos tendrán 3 orígenes y 3 destinos en sí mismos, uno de ida y otro de retorno, completando un circuito.
Desde el punto de vista del camino humano, a estas trinidades le llamáis: Aries, Leo y Sagitario para el fuego y la integración; Tauro, Virgo y Capricornio para la tierra en la experimentación; Géminis, Libra y Acuario para el aire y en la trascendencia; en la expresión: Cáncer, Escorpio y Piscis para el agua.
Los 12 caminos viven en tu interior, son parte de tu personalidad, y debes recorrerles a los 12, uno por uno para integrarles. Ahora bien, si cada uno de ellos es origen y destino de sí mismo, significa que los 12 deben realizar su camino de ida y de retorno a través de los 6 atributos. En una primera instancia recorriendo el camino de la Mente, la Emoción y la Acción, y en una segunda instancia el camino de la Sabiduría, Amor y Voluntad, las aristas de la consciencia. Por lo tanto, 24 caminos en total, 12 en positivo y 12 en negativo.
básicamente el diseño del tetraedro es el diagrama de tu mundo interior, de todo lo que debes recorrer dentro de ti. Y esto se complica un poco más, Pues una vez que haces todo esto desde la perspectiva de Aries, luego, al morir, debes nacer y hacerlo desde la perspectiva de Leo, y luego Sagitario, y luego Tauro, y así sucesivamente, entretejiendo todo 12 veces. Es decir 12 veces 12 por lo tanto serán 144 vidas, sin querer huir de ti mismo, dejando de buscar esa absurda libertad externa.
Entonces el sistema, la Matrix, básicamente eres tú, tu ser, tu propia construcción. Y desde aquí suena ridículo liberase de un sistema que no existe realmente, por que eres tu mismo.
Desde luego que Cada tetraedro está dentro de otro mayor, y podemos así ir hacia el infinito: una célula en un órgano, un órgano en un cuerpo, un cuerpo humano, un humano en una familia, la familia en una sociedad, que está en una cultura, en un país, que está en un continente, que vive en un planeta, que está en un sistema solar, dentro de un cúmulo estelar, dentro de un brazo galáctico que está dentro de una galaxia que es fractal de un cúmulo galáctico dentro de un brazo cósmico dentro de esta realidad que está dentro de una dimensión, la cual está dentro de un cúmulo dimensional de tiempo… etc. Esto da la sensación de que hay sistemas por encima de ustedes que los controlan. Por eso debes ocuparte de ti mismo, porque tú eres un fractal de eso. Cuanto más llegues al límite del espacio, encuentras el tiempo, y de ahí a la nada, y te encuentras con el nivel subatómico, y de nuevo a ti. Es un circuito cerrado, pero tú eres ese circuito. Lo que haces una y otra vez es mejorar tu percepción y habilidades dentro del circuito. No puedes escapar de ti mismo, la consciencia universal es una sola, es la Mente.
Cuando te plantees cuál es tu destino, siempre la respuesta eres “TU”. Cada aspecto de ti mismo. Conocerse es una ardua tarea, pues sólo crees que te conoces, crees saber quién eres y de lo que eres capaz de hacer. Pero ya has visto que con simples 6 líneas y 4 puntos haz construido 144 complejas realidades en las cuales debes percibirte desde puntos de vistas diversos tomando a los demás como espejos para recordarles.
Entonces, los caminos que realizas en la vida son la voluntad que te impulsa a buscar Amor para adquirir Sabiduría, nutriendo la Mente y despertando la Emoción que te lleva a la Acción Transformadora. Sin aristas no hay camino, sin camino, sin andar, no hay geometría. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” Caminante no hay destino, tan sólo el amar…
Aceptar que, no hay pues un destino, que no hay un propósito, y que no importa si no sabes cuál es tu destino, misión o propósito en la vida, lo importante es descubrirse, lo puedes hacer en tanto recorras tus caminos. La geometría te llevará inevitablemente a cumplir tu propósito, pero si en lugar de andar esperas en la incertidumbre y te consumes en la expectativa, jamás le caminaras ni descubrirás. Por ello tantos han dicho “no importa el destino sino el camino”, pues los puntos solos, no forman geometría, no tienen lógica, las estrellas tienen alma al darle forma a una constelación. Une los puntos, y verás la forma. No busques llegar al destino, busca comprender el mapa. El mapa es el mismo para todos los destinos que desees.
Sé que es algo que te carcome y corroe por dentro: crearte un propósito, un destino, tener una misión, siempre. Pareciera que si no tienes algo hacia donde correr, tu vida se desmorona. Pero no es porque exista, sino porque tu diseño te lo pide. Tu destino, cómo ves, no existe fuera, está impuesto en ti, en tu diseño.
Esto no quiere decir que no hagas nada o lo que hagas da igual, significa que no pongas en el mundo exterior una carga sobre ti que sólo tú te has impuesto. El Universo no impone misiones ni destinos, no sientas el peso del cosmos sobre ti, pues este peso es tu propia prisión.
Resignifica tu destino, deja de mirarlo como un karma, y conviértelo en un atributo, en una gracia, en un don, en tu elección. Es así como se sale de la Matrix, convirtiéndote en ella. Es así como cumples tu propósito, convirtiéndote en él. Pues tú construyes tu propio destino. Porque
¡Yo Soy el Camino!
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